domingo, 25 de febrero de 2024

58 - MALÓN DE AUSENCIA

El malón. Táctica de milicia de los pueblos indígenas, que consistía en un ataque rápido y sorpresivo 

de un nutrido número de guerreros contra un grupo enemigo. La eficacia del sistema estaba dada por 

el desconcierto que generaba un ataque sin orden formal, así como por una rápida retirada que no 

daba suficiente tiempo para organizar la defensa y que dejaba tras de sí una batalla apasionadamente 

peleada. 


Dice Edmundo Rivero, en éste, su malambo, "Malón de ausencia": "Al ver al campo dormido 

vuelven a mi mente fresca el recuerdo de la noche aquella, que con mis pilchas y el zaino me alisté 

para la guerra, ¡amalhaya lagrimones! que brotan de mi conciencia,yo que he aguantao al indiaje no 

aguanto un malón de ausencia".  


Es así como la música se convierte en historia, en banda de sonido, en grito de guerra, en el llamado 

a la batalla. Quizás ya no, en las grandes guerras polvorientas, pero si en la que se pelea todos los 

días, desde lo cotidiano y desde la voz de uno de los mejores cantores de tango de la historia, como lo 

es Roberto Goyeneche aunque, como también les comenté en el capítulo dedicado a "Los ejes de mi 

carreta", con las dos versiones que grabó de este malambo, se salía de sus interpretaciones de música 

urbanita y porteña para desviarse hacia el campo y hacia el ritmo del malambo con un resultado, para 

mi, excepcional, reflejado en sus grabaciones junto a Angel Cárdenas (1958) o Elba Berón (1962), 

siempre dirigidos por Aníbal Troilo..




MALÓN DE AUSENCIA - Aire de malambo

Letra y música: Edmundo Rivero



Al ver el campo dormido

vuelven a mi mente fresca

recuerdos de las patriadas

y se hace carne la idea

el golpetear del salvaje

sobre su boca grosera

ululando en alaridos

para imponer su presencia,

quemando sembraos y ranchos,

llevando chinas y haciendas.


A lo lejos se divisa

de la pampa la ancha huella

y el redoblar de pezuñas

al incrustarse en la tierra.

La lanza firme en el brazo,

bien arriba la bandera,

y el ruido ensordecedor

del potro en loca carrera,

ganando campo y distancias

hacia la muerte señera.


Al ver al campo dormido

vuelven a mi mente fresca

el recuerdo de una china,

de un rancho y la noche aquella,

que con mis pilchas y el zaino

me alisté para la guerra,

¡amalhaya lagrimones!

que brotan de mi conciencia,

yo que he aguantao al indiaje

no aguanto un malón de ausencia.

 

 

El Polaco lo grabó a dúo con Angel Cárdenas en 1958,  y con 

Elba Berón, desde un programa radial, en 1962 y , ambas 

 acompañado por la magnífica orquesta del "Pichuco", Aníbal Troilo. 

 

 

Con Cárdenas y Troilo en 1958.

 

 

Con Elba Berón bajo dirección de Troilo, en 1962.
 
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

01 - ABSURDO

Eran los tiempos cuando el ferrocarril transportaba a nuestro pueblo por toda la geografía del país. Tiempo en que debido a las distancias l...