El tango "Los mareados" tiene una historia de las más maravillosas, al igual que su letra. La música corresponde a Juan Carlos Cobián y en primera instancia se llamó ‘Los Dopados’. Son tres letras las que se han realizado, hasta que Los Mareados terminó por ser la definitiva y más hermosa. Se trata de uno de los tangos más reconocidos mundialmente y continúa captando fanáticos igual que cuando nació.
Existe más de una versión de esta pieza, debido a que fue compuesto en dos etapas, pero la más conocida y apreciada es la que tiene música de Juan Carlos Cobián y letra de Enrique Domingo Cadícamo, dos de las más grandes figuras artísticas del género.
La historia de este tango cuenta con las curiosidades que tienen la mayoría de los grandes tangos. La música obra de Juan Carlos Cobián recibió en diferentes momentos tres letras diferentes y que le cambiaron el nombre: "Los dopados", "Los mareados" y "En mi pasado".
El primero de todos fue “Los dopados” y se estrenó el 4 de mayo de 1922 en el Teatro Porteño. La música del tango fue compuesta por Cobián para una obra teatral que llevaría ese nombre. La letra corrió a cargo de los autores de la obra teatral, Raúl Doblas y Alberto Weisbach.
La grabación de esta pieza de colección se llevó a cabo en el disco Victor 77.222 el 13 de enero de 1924. La voz de Roberto Díaz estuvo acompañada por el piano de Juan Carlos Cobián y el violín de Agesilao Ferrazano.
Anteriormente Fresedo ya la había grabado, pero en versión instrumental, en el disco Victor 73.552, el 20 de mayo de 1922.
La letra de los dopados, sustancialmente diferente, rezaba:
‘Pobre piba, entre dos copas tus amores han logrado. Triste hazaña de un dopado que hoy festeja el cabaret’
Esa primera versión no tuvo mayor repercusión, sin embargo estuvo rodando esporádicamente durante dos décadas. Hasta que un día “el Gordo” Troilo llegó sobresaltado y con una excitación anormal a los de Enrique Domingo Cadícamo (maestro y emblema del tango, poeta y compositor de más de 1.300 tangos, milongas y valses) con la versión instrumental que Fresedo había grabado de “Los Mareados” y le pide que le acople una de sus maravillosas letras.
El ostracismo en que había estado guardada la versión grabada con letra de Doblas y Weisbach, hizo que Troilo y Cadícamo ignoraran por completo la existencia de tal letra. En 1942 estrenan en el cabaret Tibidabo el nuevo tango Los Mareados con la voz de Francisco Florentino y los arreglos del propio Troilo. Pero en 1943 el gobierno militar la censuró y obligó a suprimir el lenguaje lunfardo y sus alusiones directas al alcohol.Se generó a raíz de ese hecho la tercera y última letra que ha tenido la pieza musical creada por Juan Carlos Cobián: "En mi pasado".
‘Separémonos sin llanto y esta escena no alarguemos... Es preciso que cortemos más, te quiero tanto y tanto...’
La nueva versión fue grabada con la voz de Andrés Falgás, pero su éxito nunca pudo escaparle a la sombra de “Los Mareados”.
El 25 de marzo de 1949 una delegación conformada por Homero Manzi, Francisco Canaro, Aníbal Troilo, José Razzano, Charlo, Enrique Cadícamo, Alberto Vaccarezza y Lito Bayardo, se presentó ante el General Juan Domingo Perón, presidente de la Argentina y lograron que la censura insoportable fuera levantada. A partir de entonces "Los mareados" retornó a la auténtica versión de Cadícamo que nos permite deleitarnos en la interpretación de las más afamadas orquestas y cantores.Curiosa historia la de este tango. Sobre el común denominador de la música de Juan Carlos Cobián se escribieron tres letras que le impusieron tres nombres: "Los dopados", "Los mareados" y "En mi pasado", pero más curioso resulta la posible influencia de un tercer personaje: el poeta francés Paul Geraldy, cuyo verdadero nombre era Paul Le Fèvre. Este poeta alcanzó gran popularidad al editar un libro "Toi et Moi" (Tú y yo) que se publicó en el año 1913. El libro tenía una musa inspiradora, la cantante lírica Germanine Lubin que inspiró a Geraldy, quien con sus fogosos 28 años seducía a su amada con versos. Uno de ellos, titulado "Finale", dice lo siguiente: "Ainsi, dèjá, tu vas entrer dans mon passe" (Así, tú vas a entrar en mi pasado). La versión traducida al castellano por E. Diez de Medina, decidió ignorar esa línea. La traducción del uruguayo Edmundo Bianchi la destruyó, dejándola de la siguiente manera: "Así, tú en mi pasado vas a entrar". Pero una tercera traducción fue la acertada: "Hoy vas a entrar en mi pasado". El investigador Ricardo Ostuni advierte la influencia del poema de Geraldy, que considera un antecedente que influyó directamente en Cadícamo o que al menos lo inspiró en su verso. Ostuni completa las líneas del verso para demostrar su teoría: Vas a entrar desde ahora por siempre en mi pasado.Y hoy de nuevo su vida cada cual ha tomado,y qué grandes creímos nuestros dos corazones,Y mirá en lo que ahora nuestra pasión quedó. Nos queda la duda expresada por el talentoso escritor salteño, Carlos Hugo Burgstaller: ¿fue un secreto homenaje de Cadícamo a Geraldy? ¿Fue casual que ambos poetas imaginaran la misma línea poética? Creo que el asunto se puede aclarar diciendo simplemente, que esta coincidencia es obra de la propia retroalimentación que opera entre los poetas quienes se inspiran unos en otros.
(Horacio Belmaña)
LOS MAREADOS (LOS DOPADOS) - Tango 1942
Música: Juan Carlos Cobián
Letra: Enrique Cadícamo
Rara..
como encendida
te hallé bebiendo
linda y fatal...
Bebías
y en el fragor del champán,
loca, reías por no llorar…
Pena
Me dio encontrarte
pues al mirarte
yo vi brillar
tus ojos
con un eléctrico ardor,
tus bellos ojos que tanto adoré...
Esta noche, amiga mía,
el alcohol nos ha embriagado...
¡Qué importa que se rían
y nos llamen los mareados!
Cada cual tiene sus penas
y nosotros las tenemos...
Esta noche beberemos
porque ya no volveremos
a vernos más...
Hoy vas a entrar en mi pasado,
en el pasado de mi vida...
Tres cosas lleva mi alma herida:
amor... pesar... dolor...
Hoy vas a entrar en mi pasado
y hoy nuevas sendas tomaremos...
¡Qué grande ha sido nuestro amor!...
Y, sin embargo, ¡ay!,
mirá lo que quedó...
Roberto Goyeneche grabó este tango con la orquesta de Carlos Franzetti en 1985 y
volvería a grabarla, a dúo con Mercedes Sosa para el disco de la "Negra",
"Gestos de amor", en 1994. Lo curioso es que en la primera
de estas grabaciones empleó la palabra dopados en vez de mareados.
A dúo con Mercedes Sosa para el disco "Gestos de amor", en 1994.
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