domingo, 4 de febrero de 2024

85 - SIN PALABRAS

 

Libertad Lamarque admiraba profundamente a Enrique Santos Discépolo a tal punto de cantarle muchos de sus tangos y, también, a cuyo pedido especial desde México, Enrique compuso la tercera letra de El Choclo.


Más adelante le solicitó que compusiera un tango para su próxima película que iba a interpretar titulada "Romance musical".


Discépolo, arguyendo que no podía esperarse a pedido, demoraba la entrega pero finalmente se puso a trabajar para escribir una estupenda historia y una mejor queja indiana (en este caso porteña).


Fue así que surgió el tango "Sin palabras", hacia finales de 1945, en cuyo diciembre Libertad lo llevó al disco grabándolo para la eternidad y todo esto algunos meses después de la famosa cachetada, nunca comprobada y siempre negada por la novia de América. La película "Romance musical" finalmente se estrenaría en enero de 1947.


Pensando en cómo avanzaba la letra del tango, no parecería que estuviera compuesta en distintos momentos espirituales del alma del autor, moviéndose en un sentimiento pendular del amor al odio, o mejor dicho, de ansias de reconciliación y reencuentro, salta a la venganza de redención a inferir una herida y todo eso, en el mínimo lapso, es una nueva y reiterada clave espiritual de Discépolo, tantas otras veces expresadas.


Pero qué difícil es tratar de interpretar la letra de este tango y sin embargo es tan atrapante, que no deja de atraer y así una y otra vez y vuelves a él. La verdad es que se trata de un tango que conmociona con cada nota, con cada palabra salen a la luz conceptos dramáticos encarnados en un par de personas que son víctimas y coprotagonistas de una relación que se sugiere larga y que ha llegado a su fin, una relación a la que el poeta ha querido prolongar corporizada en una canción.


Es así que salen a la luz conceptos dramáticos con sabor y signos de tragedia, que no tiene sin embargo final. y ese drama, además, es fielmente acompañado por la música, que compusiera Mariano Mores, que le da fondo y le otorga un clima operístico, que hace que la poesía y la música se fusionen plenamente sin rasgos de mediocridad.


¿Qué pretendió decir el profeta? ¿Describir una venganza? ¿Encarnar un grito de amor inacabado? ¿Describir un amor frustrado por una traición? Y si fuera así, ¿en qué consistió esa traición?


Como respuesta, el inspirador opta por la crudeza, que llega sin dudar a pisar el escalón de la crueldad. Su forma de coordinar la música con el desarrollo de la poesía es, sin duda, única o casi única y no tiene antecedentes ni antes ni después salvo en sus propios tangos.






SIN PALABRAS - Tango 1946

Música: Mariano Mores

Letra: Enrique Santos Discépolo



Nació de ti...

buscando una canción que nos uniera,

y hoy sé que es cruel brutal -quizá-

el castigo que te doy.

Sin palabras

esta música va a herirte,

dondequiera que la escuche tu traición...

La noche más absurda, el día más triste.

Cuando estés riendo, o cuando llore tu ilusión.


Perdóname si es Dios,

quien quiso castigarte al fin...

Si hay llantos que pueden perseguir así,

si estas notas que nacieron por tu amor,

al final son un cilicio que abre heridas de una historia... ¡Son suplicios, son memorias...

fantoche herido, mi dolor, se alzará, cada vez,

que oigas esta canción!...


Nació de ti...

mintiendo entre esperanzas un destino,

y hoy sé que es cruel, brutal -quizá-

el castigo que te doy...

Sin decirlo esta canción dirá tu nombre,

sin decirlo con tu nombre estaré yo.

Los ojos casi ciegos de mi asombro,

junto al asombro de perderte y no morir.

 

 

El "Polaco" Goyeneche la grabó junto a la orquesta 

de Raúl Garello en el año 1978.

 

Con Raúl Garello.
 

 


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