"Fuimos" es un tango con letra de Homero Manzi y música de José Dames con gran contenido poético, que describe la historia de una pareja que se ama, más allá de las circunstancias que tornan inconveniente la continuidad de la relación.
Su letra sugiere un amor tortuoso, apasionado, que genera sufrimientos y dolor en los protagonistas del relato. Un amor que no parece encontrar otra alternativa que el mismo renunciamiento a la pareja, concebido como un acto extremo y demostrativo de la profundidad del sentimiento que une a sus miembros.
El autor recurre a una sucesión de metáforas procurando transmitir la desazón, la pena, la tribulación, la puja interior que experimenta quien intenta poner fin a una relación amorosa, aparentemente predestinada a concluir... Logra su objetivo, comunicando con intensidad al lector o al oyente de este tema, la ambigüedad de emociones y sentimientos encontrados que caracterizan la situación que relata en el tema.
Fue grabado por Osvaldo Pugliese con Roberto Chanel, el 28 de marzo de 1946, para la compañía discográfica Odeón. Pocos días después - más precisamente, el 10 de abril del mismo año-, hizo lo propio para "Victor", Aníbal Troilo y su orquesta típica, con la interpretación vocal de Alberto Marino. A mediados de dicho año (el 26 de julio de 1946), grabó "Fuimos", para la misma discográfica, la orquesta de Osvaldo Fresedo con el vocalista Oscar Serpa, y en septiembre del mismo año, lo hizo María de la Fuente para "Odeón". También en el año 1946, lo grabó Carmen del Moral con la orquesta de Porfirio Díaz, para "Victor" de Chile. Roberto Goyeneche lo grabó junto a la Orquesta Típica Porteña, dirigida por Raúl Garello, en 1968 para la discográfica RCA Víctor.
Hay quienes afirman que ciertos momentos de este tango, llevan a considerar a Homero Manzi (autor de su letra), como uno de los grandes poetas argentinos de todos los tiempos.
Héctor Ángel Benedetti
FUIMOS - Tango 1945
Música: José Dames
Letra: Homero Manzi
Fui como una lluvia de cenizas y fatigas
en las horas resignadas de tu vida...
Gota de vinagre derramada,
fatalmente derramada, sobre todas tus heridas.
Fuiste por mi culpa golondrina entre la nieve
rosa marchitada por la nube que no llueve.
Fuimos la esperanza que no llega, que no alcanza
que no puede vislumbrar su tarde mansa.
Fuimos el viajero que no implora, que no reza,
que no llora, que se echó a morir.
¡Vete...!
¿No comprendes que te estás matando?
¿No comprendes que te estoy llamando?
¡Vete...!
No me beses que te estoy llorando
¡Y quisiera no llorarte más!
¿No ves?,
es mejor que mi dolor
quede tirado con tu amor
librado de mi amor final
¡Vete!,
¿No comprendes que te estoy salvando?
¿No comprendes que te estoy amando?
¡No me sigas, ni me llames, ni me beses
ni me llores, ni me quieras más!
Fuimos abrazados a la angustia de un presagio
por la noche de un camino sin salidas,
pálidos despojos de un naufragio
sacudidos por las olas del amor y de la vida.
Fuimos empujados en un viento desolado...
sombras de una sombra que tornaba del pasado.
Fuimos la esperanza que no llega, que no alcanza,
que no puede vislumbrar su tarde mansa.
Fuimos el viajero que no implora, que no reza,
que no llora, que se echó a morir.
Como ya dije anteriormente, Roberto Goyeneche grabó este tango,
junto a la Orquesta Típica Porteña en 1968.
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