sábado, 2 de marzo de 2024

42 - GARRAS

"Garras" es un tango de 1945 escrito por José María Contursi, con música de Aníbal Troilo. La letra se basa en un claro paralelismo entre las dos estrofas principales y el desarrollo de las ideas de ésta en el estribillo. El paralelismo antes señalado "Callejón sin luz... Noche sin final.../Sombras... Frío..." funciona como contraste, pues en la primera estrofa se marca la pena de que el amor (esto puede debatirse, porque no lo veo claro: parece que es un amor, pero podría ser el mundo, el perdón, la piedad...) no esté al lado, con un clímax o enumeración negativa:

Agonía cruel... Luego soledad...

Y después tu olvido. ¡Nada más!

 

En la segunda estrofa, ella está al lado, por lo que desaparece el olvido de la enumeración, dando paso al llanto:

Agonía cruel... Luego soledad...

Este llanto tuyo y nada más...

 

Esto implica una sensación tremenda de pesar, ya que él "nada más" es una expresión ambiguamente doliente: por un lado, significa que ella no hizo nada más que llorar y, por otro lado, señala la muerte inevitable. Incluso podemos añadir que queda reflejado en la puntuación: las exclamaciones de la primera señalan sorpresa pero aceptación de ésta, los puntos suspensivos indican el alejamiento lento de la vida.


En el estribillo lo único reseñable es el uso de las comparaciones, que son acertadas, aunque poco originales:

Y me he quedado

como un pájaro sin nido, como un niño abandonado,

con mis penas que se agarran como garras

y desgarran a mi corazón.

 

Tango, en definitiva, desgarrador e influenciado en su letra, como tantos otros del autor, en el amor no correspondido entonces, de su amada, Gricel (Susana Gricel Viganó).





GARRAS - Tango 1945

Música: Aníbal Troilo

Letra: José María Contursi



Callejón sin luz esperándote...

Frío... Sombras...

Ansias de vivir para tu amor y no poder...

Siento que la vida se me va... y no me lloras.

Busco desolado tu calor... y aquí no estás.

Agonía cruel... Luego soledad...

Y después tu olvido. ¡Nada más!


No pude más y en mi afán por llegar

era un duende errabundo

que se perdió sin poderte encontrar

por las calles del mundo...

Y me he quedado

como un pájaro sin nido, como un niño abandonado,

con mis penas que se agarran como garras

y desgarran a mi corazón.


Callejón sin luz... Noche sin final...

Sombras... Frío...

Gracias por venir con tu perdón y tu bondad...

Ya mi pobre vida terminó... y estoy vacío,

muerto para el mundo y para vos mi corazón.

Agonía cruel... Luego soledad...

Este llanto tuyo y nada más…

 

 

Roberto Goyeneche lo grabó acompañado 

de Atilio Stampone y su orquesta en 1973. 

 

 

Con Atilio Stampone en 1973.
 


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